Sollozo de Dioses es más que una bebida, es una conexión con la tierra y el cielo, una herencia transmitida a través de generaciones. Nuestro mezcal es producido de manera artesanal, siguiendo métodos ancestrales que respetan la naturaleza y honran el proceso sagrado de destilación. Cada gota, como un sollozo silencioso, proviene de agaves cultivados pacientemente bajo el sol de Oaxaca, México. Estas lágrimas del agave son cocidas en hornos de piedra, fermentadas en tinas de madera y destiladas en alambiques de cobre, siguiendo las mismas técnicas que usaban nuestros ancestros. Aquí, el tiempo se detiene para permitir que la magia del mezcal florezca, transformando cada sollozo en una experiencia divina.

Sollozo de Dioses evoca la relación profunda que nuestros pueblos tenían con el cosmos y sus deidades. En cada botella, encontrarás el eco de las ceremonias dedicadas a los dioses del fuego, la tierra y el viento, quienes bendecían a los pueblos con este elixir sagrado. Beber mezcal era un acto ritual, un llanto sutil que conectaba lo humano con lo divino. Hoy, continuamos esa tradición, ofreciendo una bebida que celebra tanto a los dioses como a los hombres, uniendo cada lágrima de mezcal con la grandeza de nuestra historia.